Las 12 lecciones del alma y cómo conectar con ellas desde la terapia floral

Conceptos generales de la terapia floral.

Para empezar a conocer más acerca de la terapia floral, primero es necesario adentrarnos en conceptos básicos a partir de los cuales se desarrolla la teoría.

Cuando hablo aquí de terapia floral lo hago apoyándome en el sistema elaborado por Edward Bach.

Él creía que la causa de toda enfermedad reside en la falta de armonía entre la personalidad y el alma. Las enfermedades eran producto de errores psicológicos y sólo atacando esa causa se podía llegar a la cura completa y plena de la enfermedad.

Las enfermedades orgánicas, son el resultado, la última etapa de algo mucho más profundo. Se originan por encima del plano físico, más cerca del plano mental y es, enteramente el resultado de un conflicto entre nuestro “yo espiritual” con nuestro “yo mortal”.

Cabe aclarar que la enfermedad es vista como meramente correctiva, es el medio que utiliza nuestra alma para señalarnos nuestras fallas y así encausarnos de nuevo al sendero de la luz.

Cada uno de nosotros tiene una misión divina en este mundo y nuestras almas utilizan nuestros cuerpos y mentes como instrumentos para realizar ese trabajo, de modo que cuando cuerpo- mente y alma están obrando al unísono el resultado es gozar de perfecta salud y armonía.

Bach plantea que hay 12 lecciones que venimos a aprender o virtudes a desarrollar. En cada encarnación aprendemos 1 o 2 como máximo. Para esto adquirimos una personalidad primitiva o flor tipo, que también contiene el obstáculo o defecto a superar.

La flor tipo es la personalidad, la cual viene determinada por la posición (signo del zodiaco) en que se encuentra la luna en nuestra carta natal. Ella nos va a mostrar cuál es la cualidad por desarrollar (aspecto positivo de la flor) y también los obstáculos a superar (aspecto negativo de la flor) con los que nacemos.

Las 38 flores del sistema floral.

El sistema floral de Bach se divide en 3 grandes grupos;

12 flores (curadores o flores tipo) cuyo concepto desarrolle anteriormente.
7 flores (ayudantes) que surgen a partir de experimentar que muchas personas se encuentran muy alejados de su personalidad primitiva o flor tipo, utilizándolas para devolver la tipología a su naturaleza cuando el remedio tipológico no hiciera el efecto esperado.
19 flores restantes surgen a partir de considerar que la flor tipo (al tomarla) nos conectará con nuestra misión de vida, pero nuestra personalidad también interactuará con el medioambiente. Por tanto, ayudan en los estados transitorios, las formas de reaccionar ante situaciones de la vida. Estas formas de reaccionar tienen que ver con mecanismos aprehendidos, mandatos, experiencias pasadas, que hacen que uno reaccione de manera automática.

Abordaje terapéutico

Las flores trabajan en el campo energético emocional, van por torrente sanguíneo por eso su uso puede ser en gotas, spray o cremas. Para conocer cuál es la flor o flores adecuadas para el consultante, se realiza una entrevista, a lo largo de la cual se trabaja con los síntomas, lo más superficial, para poco a poco ir adentrándonos en lo que realmente se encuentra ocasionando este malestar. A lo largo de la entrevista se genera un espacio de escucha activa, en la cual el terapeuta realiza señalamientos para permitir que el consultante vaya poco a poco, a su ritmo, descubriendo lo inconsciente.

Y, sobre lo trabajado en este espacio terapéutico se elabora un preparado con las flores adecuadas para abordar las problemáticas emergentes.

Eduardo Grecco lo sintetiza de manera brillante:” el hecho terapéutico debe ser considerado como un encuentro que forma parte de ese crecimiento y mediante el cual, la persona no sólo busca aliviar su dolor, sino descubrirse a sí mismo, incluso a pesar de que su consciencia lo ignore”.

Para finalizar es necesario reflexionar acerca de la importancia de recurrir a estas herramientas maravillosas no sólo cuando aflora un síntoma sino también de modo preventivo, para potenciar las virtudes de nuestra flor tipo y trabajar en los obstáculos que nos interpelan para la evolución de nuestra alma.